VALIOSO TESTIMONIO SOBRE AUTISMO Y RECLAMO POR MAS PROFESIONALES

En el marco del día de concientización sobre el autismo, conmemorado con varias actividades públicas el pasado 2 de abril, María Magdalena Ordóñez manifestó que "la gente cada vez tiene más información, vienen, nos consultan, ven a los chicos, ven sus avances", señalando que "desde hace ocho años que conozco el autismo, ya que mi hijo Valentín tiene diez años y esta patología se detecta alrededor de los dos años".
    "Quiero destacar mi agradecimiento a Carmen García y a las docentes del jardín Travesuras, donde él empezó a concurrir, y donde durante unos meses de evaluación advirtieron algunas cosas que Valentín no hacía... deambulaba por las salitas, no jugaba con los chicos, no jugaba con los juguetes, comportamientos típicos del chico autista, tema del que yo no sabía nada hasta ese momento", recordó.
    Posteriormente fueron derivados por la pediatra Bibiana Zubimendi a un neurólogo y le realizaron numerosos estudios, que llegaron al diagnóstico de autismo. "Comenzó un gran cambio interno para la familia y para la casa, porque empezamos con terapias, con la escuela, porque hay toda una pelea con los jardines y las escuelas comunes, y arrancamos con el caminito de que a Valentín hay que estructurarlo, tiene que tener su agenda diaria, ya que lo que para nosotros es fácil para él es muy complicado", relató, agregando que "se trabaja con secuencias fotográficas, hasta que él se va adaptando a esa rutina y la va incorporando... es todo un trabajito de hormiga".
    Magdalena Ordóñez señaló, en la charla frente a los micrófonos del programa radial Deseado Revista: "yo, durante un año, me volví más autista que el nene, porque fue tanto el dolor y tanta la angustia que no salía de mi casa, porque no aceptaba lo que él tenía y no aceptaba que la gente me preguntara cómo estaba o qué tenía, porque no podía como mamá explicar lo que pasaba". El reproche de una profesional la estimuló a cambiar de actitud. "Fue el baldazo de agua que uno necesita para reaccionar y salir adelante, y si no hubiera reaccionado hoy mi hijo estaría saltándome en la cabeza porque yo como mamá no lo aceptaría", acotó.
    Con respecto a los profesionales para la atención de los niños autistas, admitió que "algo tenemos pero nos falta bastante", recordando que "yo iba a golpear puertas, en medio de mi dolor y algunas se cierrran, nos cierran la puerta en la cara y nos vamos con más dolor". "Hoy, que estoy fortalecida, si me cierran la puerta contesto, y contesto de mala manera... a veces a esa persona eso la lleva a hacer un click y pensar qué puede hacer", advirtió.
    "Hay profesionales que se fueron capacitando, y tenemos bastantes pero nos harían falta más, especialmente teniendo en cuenta que hace unos años se daba un caso de autismo cada ciento cincuenta nacimientos, y ahora hay un caso cada cincuenta nacimientos; es un dato alarmante", explicó, comentando que "todavía se está investigando... no se sabe cuál es el origen".
    "Queremos ayudar, queremos que la comunidad se entere que existe esta patología, que se puede salir adelante, que los chicos van avanzando, y que no están solos", finalizó.