Desde hora temprana, en medio de la lluvia, el intendente Facundo Prades corrió por las calles recogiendo residuos urbanos por zonas céntricas junto con el director del área comercio, Antonio Quiroga, y a algunos operarios de la lista de contratados.
Al mismo tiempo, el resto de los integrantes del gabinete y supervisores de diferentes áreas conformaban otros equipos de trabajo similares en los barrios, utilizando vehículos alternativos a los camiones compactadores.
"Pensar que hace una semana estuve reunido de traje con el ministro del Interior en Buenos Aires (Rogelio Frigerio) y hoy estoy juntando basura con jean, campera de nylon, zapatillas y guantes, pero yo no pongo reparos porque hay peligro de contaminación ambiental y alguien tiene que hacer este trabajo para los vecinos" dijo Prades a El Patagónico, sin siquiera detener su tarea.
El jefe comunal creía que con un fuerte ritmo de trabajo, en tres días se podría superar el grave problema de la acumulación de residuos y aclaró que no intentaba reemplazar a quienes habitualmente realizan la recolección, sino superar un grave problema comunitario hasta tanto lleguen fondos de Nación o Provincia para poder completar el pago de sueldos.
Pero las perspectivas en este último punto por ahora no son muy alentadoras habida cuenta que el Gobierno provincial ya adelantó fondos de coparticipación para cubrir los sueldos de febrero y Nación aún no responde formalmente a los requerimientos de esta comuna, a pesar que el Gobierno macrista ya aprobó el plan de ayuda económica que le presentara esta comuna.
Por ello, en Buenos Aires aún se encuentran realizando gestiones el presidente del Concejo Deliberante, Javier Aybar, y los diputados Sergio Bucci y Gerardo Terraz.
SITIO Y OLLA POPULAR
Mientras en el resto de la comunidad se escucharon comentarios a favor y en contra por la actitud de Prades, varios centenares de empleados y miembros de comisión directiva de SOEMCO se fueron concentrando poco antes del mediodía frente al edificio central de la comuna.
La intención era ocupar las instalaciones en señal de protesta pero la presencia de policías en el interior los hizo desistir. No obstante resolvieron permanecer en el acceso, instalar una olla popular, un improvisado refugio al aire libre y quemar maderas.
También formularon serias críticas al intendente "recolector", indicando que él debería ocuparse de las funciones para las que fue elegido y asegurar el pago de sueldos y no de reemplazar a trabajadores que luchan por sus derechos.
Fue por ello que, a modo de ironía, arrojaron bolsas y cajas de residuos en la puerta de acceso principal, pidiendo "que venga Prades a retirarlos", al tiempo que resolvieron continuar con la huelga que se iniciara hace una semana.
Diario EL PATAGONICO
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