Noticias de Puerto Deseado


REFLEXIONES SOBRE UN ENCUENTRO INESPERADO CON BAYER

24.05.2016 06:17

Sí, Osvaldo. Valió la pena.

En ese gran mercado persa que es la Feria Internacional del Libro uno puede ir hacia allá y encontrarse con algún autor de bestsellers de autoayuda que nos explica cómo ser feliz en diez minutos, pero también puede, en su desorientación creer que el universo lo llevó hasta un stand donde se homenajeaba a Osvaldo Bayer. Y, sin comprar ningún libro de autoayuda, el milagro se produjo. El maestro estaba en silla de ruedas, pero mirando un poco más allá de nuestras narices, estaba de pie, erguido y digno como siempre.
Bayer ha sido casi un vecino más de Puerto Deseado y de muchos pueblos de la Patagonia austral, por lo que me acerqué a saludarlo. "¿Cómo está Deseado?", preguntó, con sus ojos iluminados por el afecto recibido en tantas visitas, y por el recuerdo de la calle que lleva su nombre en reemplazo de Roca. La respuesta fue sincera: "como el país... un paso para adelante, uno o dos para atrás, pero siempre trabajando".
"Usted tiene que saber que es muy querido y reconocido en Santa Cruz", atiné a decirle.
Cansado, pero no vencido, el hombre levantó la cabeza, giró su mirada hacia la izquierda y preguntó: "Entonces... ¿valió la pena la lucha?".
Con permiso de los lectores, deseo responderle aquí, mucho más amplia y serenamente que en el bullicio de la feria.
Sí, Osvaldo. Valió la pena sacar del silencio una historia de la que casi nadie hablaba en el Sur durante más de cincuenta años.
Valió la pena su tenacidad para andar tantos caminos y recurrir a quienes se animaron, como su amigo Roberto Suárez Sámper, para lograr testimonios imposibles.
Valió la pena debatir con militares, historiadores, periodistas, estudiantes, gente de izquierda y de derecha, creyentes y ateos, obreros y patrones, para que hoy podamos seguir debatiendo, aún con visiones contrapuestas, sobre aquellas rebeliones obreras y aquellos derechos vulnerados.
Valió la pena conocer los nombres de los protagonistas de la Patagonia Trágica, y eternizar en la pantalla grande una historia que Argentina y el mundo debían conocer y discutir, y seguir investigando y cuestionando.
Valió la pena porque usted desafió la gravedad y sus ochenta años para estar presente en la estación ferroviaria de Puerto Deseado para inaugurar el circuito histórico turístico "De cara a la livertá", promovido por un grupo de vecinos que se atrevieron a ampliar sus estudios y recibieron su aprobación.
Valió la pena porque en Río Gallegos, El Calafate, Puerto San Julián y muchos otros rincones de la Patagonia, usted siempre ha jugado de local, y siempre ha tenido gestos de cordialidad y reconocimiento hacia quienes se acercaban con alguna antigua carta, algún recorte o algún dato relacionado con las huelgas reivindicatorias de los peones rurales.
Valió la pena porque aún aquellos que tienen una visión diametralmente opuesta en cuestiones políticas o históricas, respetan cabalmente a un hombre honrado que un día marchó al exilio y lo padeció sin renunciar a sus profundas convicciones.
Valió la pena porque hasta se dio el gusto de subir un escenario y actuar en "Las putas de San Julián", con el elenco del teatro nacional Cervantes y protagonizar una hermosa escena de amor y locura con su amada Marlene.
Valió la pena, Osvaldo, predicar el "no a la violencia, sí a la palabra, sí al encuentro". Claro que sí. Usted lo sabe mejor que nadie.

Mario dos Santos Lopes *
DNI 13103918
Puerto Deseado, Santa Cruz

*Escritor, editor, director del semanario El Orden, decano de la prensa santacruceña

—————

Volver